Introducción a los Principios de la Farmacopea China Tradicional
Introducción a la farmacopea china tradicional
Adentrarse en el conocimiento ancestral chino, sobre todo a la farmacopea china tradicional, implica sortear las complejidades de una tradición que se expresa en un lenguaje ideo pictográfico y místico. El taoísmo, el confucianismo y el budismo han moldeado desde los albores de la cultura china una visión del mundo en la que el Tao, como principio primordial, se manifiesta en la dinámica de energías opuestas y complementarias, el yin y el yang. Este entramado filosófico no solo fundamenta la medicina tradicional china, sino también otras artes –desde la poesía hasta la gastronomía–, ofreciendo un enfoque holístico para comprender la vida y sus transformaciones.
YIN Y YANG: LOS DOS ASPECTOS DEL TODO
El concepto de yin y yang postula que todo en el universo se compone de dos fuerzas interdependientes:
- Yin: asociado con la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción.
- Yang: vinculado al cielo, la luz, la actividad y la penetración.
Esta dualidad se observa incluso en la naturaleza de las plantas: la raíz, al estar oculta en la tierra, es yin, mientras que las hojas que se abren hacia la luz representan el yang. Además, la elección de la parte de la planta –ya sea raíz, tallo o hoja– para la elaboración de remedios, se realiza en función del ciclo vital, la estación y las fases lunares, modulando así la calidad yin o yang del tratamiento.
LOS TRES TESOROS: JING, QI Y SHEN
En el corazón de la medicina china se encuentran los Tres Tesoros, que representan los distintos niveles del ser:
- Jing: la esencia primordial, la base física y la fuente de la vitalidad.
- Qi: la energía interna que da forma a la vida, impulsada por el Jing y que, a su vez, se nutre del Shen.
- Shen: el espíritu o conciencia, lo que nos hace humanos y conecta al individuo con lo trascendental.
Esta tríada refleja la interdependencia de cuerpo, energía y mente, donde cada desequilibrio en uno repercute en los otros, fundamentando la práctica terapéutica integral de la MTC.
LOS CINCO MOVIMIENTOS Y LAS ENERGÍAS CELESTES
La cosmología china vincula las energías del universo con los cinco movimientos –agua, madera, fuego, tierra y metal– que, en interacción, regulan tanto la naturaleza como el organismo humano. Estos movimientos se articulan en dos ciclos:
- Ciclo Generativo (Chen): donde cada elemento da origen al siguiente, estableciendo una relación de apoyo y continuidad.
- Ciclo de Control (Ko): que modula y contiene el desarrollo excesivo de cada movimiento, asegurando el equilibrio.
Esta dinámica se refleja en la medicina y la fitoterapia, al clasificar y utilizar las plantas y alimentos en función de sus propiedades energéticas y su afinidad con órganos y meridianos específicos.
LA DIETÉTICA CHINA: SABORES, COLORES Y NATURALEZAS
La alimentación en la MTC se rige por el principio de que «somos lo que comemos». Los alimentos se clasifican según:
- Sabores: ácido, amargo, dulce, picante y salado. Cada sabor no solo nutre la estructura física sino que también actúa sobre órganos y sistemas energéticos específicos.
- Colores: asociados a los cinco elementos y capaces de influir en el estado de ánimo y la salud del cuerpo.
- Naturaleza: que pueden ser cálidas, tibias, neutras, frescas o frías, modulando el metabolismo y la respuesta del organismo frente a estados patológicos o de bienestar.
El método dietético se adapta tanto a la constitución del paciente como a la naturaleza de la enfermedad, recomendando combinaciones y preparaciones que favorezcan el equilibrio interno.
CLASIFICACIÓN Y USO DE LAS HIERBAS
La tradición herbácea china utiliza múltiples criterios para clasificar las plantas medicinales, entre ellos:
- Las cuatro naturalezas: frías, frescas, tibias y calientes, que determinan el efecto terapéutico y el equilibrio del yin-yang en el organismo.
- Los cinco sabores: que guían el uso de cada hierba en función de su acción (purgante, tonificante, astringente, etc.).
- Los meridianos y el tropismo energético: cada planta actúa sobre órganos específicos a través de canales energéticos, lo que permite diseñar tratamientos integrales que abordan tanto el aspecto físico como el energético del paciente.
Esta compleja red de correspondencias se plasma en tratados clásicos como el Shen Nong Ben Cao Jing, donde se recoge el conocimiento milenario sobre la materia médica y su aplicación en la prevención y tratamiento de las enfermedades.
CONCLUSIÓN
La sabiduría de la medicina tradicional china se basa en una visión holística en la que cuerpo, energía y espíritu son inseparables. A través de la comprensión de los principios del yin y el yang, los Tres Tesoros, los cinco movimientos y la interrelación de sabores y naturalezas, se puede abordar la salud desde una perspectiva integral que busca restablecer el equilibrio y la armonía del ser. Esta filosofía, que trasciende la mera aplicación terapéutica, invita a un entendimiento profundo del universo y de nuestro lugar en él.